Por Carmen Robayna
De vez en cuando me gusta revisar mis antiguos cuadernos.
Siempre me gustó escribir, y esa afición ha estado conmigo desde niña. Tenía montones de papeles sueltos también por todas partes, metidos entre los libros del colegio y en las carpetas de apuntes. En aquellos cuadernos escribí cosas, anécdotas, ilusiones, planes de futuro… mil ideas y expectativas sobre cómo quería que fuera mi vida.
La realidad es que muy pocos de esos escritos tienen sentido hoy. Excepto para darme cuenta de una cosa.
Me he pasado mucho tiempo, años quizá, soñando con cosas que deseaba, con eventos posibles. Mi madre me decía que siempre "estaba en las nubes".
Creo que todos lo hacemos.
Empleamos mucha energía y tiempo diseñando el futuro, deseándolo, dibujándolo en la mente y plasmándolo en el corazón…tanto, que algunas veces nos olvidamos de vivir en el momento presente.
De saborear el instante que estamos atravesando segundo a segundo.
De Ser, ahora mismo, hoy mismo.
Creo que ese es uno de los grandes "descubrimientos" de las enseñanzas espirituales actuales.
El hecho de pararnos, en medio del ritmo frenético que llevamos, de prisa y estrés por llegar a todas partes, (aunque en realidad creo que no vamos a ningún sitio) y simplemente permitirnos estar ahí.
Con nosotros mismos, en armonía y unión perfecta con nuestro Yo interno.
¿Te ha pasado alguna vez que, cuando estás haciendo la comida, por ejemplo, ó escuchando música, ó conduciendo, no estás realmente haciendo sólo eso?
¿Eres consciente de que no estás concentrado en lo que haces casi nunca?
Estás pensando en lo siguiente que vas a hacer, ó lo que olvidaste: ir al banco, recoger a los niños, poner la lavadora, hacer esa llamada importante….
No estás realmente aquí y ahora. Estás en otro momento, en un futuro cercano que, para ser sinceros, No Existe.
Ese momento en el que nos empeñamos en estar no es real, sólo es una figuración de la mente.
Te enfocas en vivir una circunstancia que aún no se ha dado, y sin embargo estás perdiéndote el momento único e irrepetible de condimentar tu comida conscientemente, de sentir la emoción de esa canción que te encanta, de agradecer el aire acondicionado de tu coche en verano.
Te estás perdiendo el presente, que es lo único que tienes, realmente.
Todo lo demás, no existe.
Vivimos en piloto automático. Vamos de tarea en tarea, saltando como los trapecistas en el circo, y dejamos de poner consciencia en cada momento, en cada minuto.
No estamos concentrados en nada en concreto, simplemente hacemos y hacemos.
Esto sólo lo apreciamos cuando alguien se marcha para siempre, cuando una persona trasciende de este mundo.
Entonces es cuando nos acordamos: "para qué tanto correr, tanto trabajar…no teníamos tiempo para hablar, para disfrutar de estar juntos. No pude decirle esto ó aquello, y ahora es tarde."
Ocurre siempre.
Por supuesto, vivir aquí y ahora no te ahorrará el dolor de perder a alguien, pero al menos sabrías que exprimiste cada momento a su lado, que experimentasteis al máximo, todo lo posible.
Que no hubo momento sin sentido, ni día vacío. Cada instante fue importante.
Esto le dará una dimensión nueva a la pérdida…seguro.
Una de las claves que, para mí, es vital para el crecimiento espiritual y la felicidad (para qué quieres crecer espiritualmente si no es para ser más feliz, más elevado y mejor ser humano), es esa.
Vivir ahora, cada momento.
Poner tu mente, tu corazón, tus manos, tus ojos, todo tu ser en cada cosa que haces ó piensas, momento a momento.
Vivir cada momento como si fuera el último. Realmente lo es.
Cuando estás en el momento presente como si no existiera nada más, todas las cosas tienen otro valor.
No estás tan preocupado por si mañana la bolsa quebrará, ó si habrá un terremoto, ó qué sé yo.
No estás viviendo fuera de ese instante. Estás en ti, centrado en ti mismo. Ese momento es mágico, créeme.
Es el momento en que empiezas a conectarte con tu Yo superior, con ese lugar sagrado de ti al que sólo puedes acceder Aquí y Ahora.
En ningún otro instante. En ningún otro lugar.
Y cuando te conectas con esa parte gloriosa de tu Ser, comienzan los milagros. Recibes información, intuición, inspiración, luz, sabiduría, alegría, y todo lo que te ayuda a crecer y a desarrollarte plenamente.
Por eso en el sistema que vivimos actualmente, nos bombardean para que estemos siempre "fuera" de nosotros mismos. Siempre planeando, consultando la agenda, siempre tan "ocupados"….es evidente.
Cuanto más ocupados estamos, menos libres somos.
Y más manipulables somos también.
Pero esto es tema de otro punto que trataremos más adelante.
Estamos en momentos de cambio. De recordar quiénes somos, de recuperar nuestro poder. De crear nuestro futuro. Ahora puedes cambiar cómo vives día a día, puedes hacer la prueba al menos.
¿Cómo? Empieza por aquí.
Cada vez que hagas algo, por pequeño que sea, aunque sea lavarte las manos, NO PIENSES EN NADA MÁS.
Concéntrate en ese pequeño gesto, y observa cómo corre el agua por tus manos, su temperatura, el brillo del grifo, el olor del jabón, los destellos de las burbujas que haces al frotar una mano con la otra….
Date permiso para dejar todo lo demás al margen, para otro momento. Permítete vivir cada instante en exclusiva.
Ese momento es sagrado. Ahí estás permitiendo que el canal que te conecta con tu Yo Superior se abra, y estás dejando que fluya la energía a través de todo tu Ser.
Es asombroso. Eres tú, conscientemente vivo.
¿Eso significa que no debo soñar, imaginarme otra realidad?
¿No nos han dicho que creamos nuestro mundo con la intención y la mente?
Por supuesto que puedes planear, claro que sí.
Puedes -y debes- soñar con lo que deseas, y diseñar tu futuro con tu energía y las herramientas que tengas.
Yo enseño -más bien les recuerdo cómo hacerlo- a las personas cómo crear la abundancia y la vida que desean.
A cumplir sueños.
A través de mi Curso "Pide y Recibirás" aprenden y recuerdan. Es una herramienta realmente eficaz.
Pero una vez hecho el trabajo de creación, hay que dejarlo ir.
Hay que volver a este minuto de tu vida.
Sí, volver a vivir en el presente, en lugar de estar enfocado todo el tiempo en lo que no tienes, viviendo en un lugar que no existe.
Y por supuesto, siendo dichoso aunque aún no te haya llegado lo que deseas.
Eso es Ser Feliz Sin Condiciones.
-"Cuando tenga esto ó aquello, estaré satisfecho."
Cuando tengas esto ó aquello podría ser nunca.
¿Imaginas no estar satisfecho nunca?
Tenemos que procurar ser felices con lo que tenemos y somos hoy.
Inténtalo. Aquí y ahora.
Tu energía subirá, tus preocupaciones disminuirán, y estarás mucho más equilibrado, sereno y seguro de ti mismo.
Tienes todo lo que necesitas para serlo. Ahora mismo. Sólo date permiso para experimentarlo.
Avancemos hacia el segundo punto….....
No hay comentarios:
Publicar un comentario